Las Sociedades Científicas más
cercanas a la vacunación en España: la Asociación Española de Pediatría (AEP),
la Asociación Española de Vacunología (AEV) y la Sociedad Española de Medicina
Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), manifiestan su estupor y total
desacuerdo ante la decisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios (AEMPS) de limitar el uso de la vacuna frente a la enfermedad
meningocócica por serogrupo B al ámbito hospitalario, máxime cuando todavía no
se han explicitado técnicamente en nuestro país las recomendaciones públicas
sobre su uso.
Esta propuesta de la AEMPS es conocida
a través del Informe de Utilidad Terapéutica realizado el día 5 de abril de
2013, el cual no ha sido expuesto públicamente hasta hace unos días. Dejar esta
vacuna únicamente para uso hospitalario, más aún cuando todavía no se han
establecido sus indicaciones para la población, constituye un ejercicio de
incongruencia que puede traer como consecuencia el desconcierto entre los
profesionales sanitarios y los mismos ciudadanos.
Esta vacuna puede constituir la mejor
medida preventiva frente a la infección meningocócica invasora por el serogrupo
B, una enfermedad poco frecuente, pero devastadora, que se acompaña de una
letalidad uniforme del 10% y de entre un 10% y un 30% de secuelas permanentes.
Sin duda alguna, se trata de un avance crucial en la lucha contra esta
enfermedad.
La aplicación de uso hospitalario, que
significa que no puede dispensarse libremente en las farmacias comunitarias, es
una circunstancia muy excepcional y sólo destinada a ciertas vacunas. No
debería ser el caso de la única vacuna disponible frente al meningococo B.
Por todo lo expuesto,
causa extrañeza que España vaya a ser el único país
europeo que declare esta vacuna de uso hospitalario, y nos
gustaría conocer los criterios profesionales que han conducido a la toma de
esta decisión.
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