1. Crear todas las
condiciones previamente:
Antes de comenzar el examen físico debemos crear todas las
condiciones previamente, lo cual comprende desde las condiciones del local,
hasta la presencia de todo el material y equipos a utilizar durante el
proceder. Con frecuencia los estudiantes una vez comenzado el examen físico se
percatan del olvido de algún material o equipo a emplear, teniendo entonces que
detener el acto e ir en busca del mismo, o de lo contrario prescindir del
mismo. En ocasiones el estudiante cuando va a medir la frecuencia respiratoria
o la cardiaca, se percata que no trae reloj, o cuando necesita anotar los
signos vitales advierte el olvido del bolígrafo, o que el que trae no escribe,
entonces recurre a pedírselo al profesor que lo evalúa e inclusive al propio
paciente.
2. Tener en cuenta
el estado del paciente:
Debemos tener en cuenta el estado en que se encuentra el
paciente que se va a examinar, pues en dependencia de este, podemos manipularlo
y/o movilizarlo con mayor o menor libertad durante el examen físico. En
ocasiones hemos presenciado como el estudiante coloca en decúbito supino y sin
almohada a un paciente con un proceso respiratorio y/o cardiovascular que no
tolera dicha posición, lo cual contribuye a aumentar la falta de aire en el
mismo.
3. Garantizar la privacidad del paciente:
Cuando nos encontramos en una sala abierta, siempre y cuando
exista un local apropiado y las condiciones del paciente lo permitan, debemos
realizar el examen físico en el mismo, garantizando así la privacidad del
paciente. De no existir el mismo, debemos aislar al paciente del resto, a
través de un paraban. Si nos encontramos en una habitación compartida con otros
pacientes, debemos tener la precaución de evacuar de la habitación cerrada a todas
aquellas personas ajenas (acompañantes), y mantener la puerta de la habitación
cerrada, haciendo igualmente uso del paraban,de ser necesario.
4. Respetar el pudor del paciente:
Muy en correspondencia con la precaución anterior, debemos
evitar la exposición innecesaria del paciente, auxiliándonos del paraban y de
una sabana, para ir cubriendo con esta última, las partes que no se examinan en
el momento.
5. Mantener al paciente lo más ligero posible de ropas:
El tener al paciente
lo menos arropado posible garantizara el mejor accionar y exploración. De igual
manera se debe tener en cuenta que la ropa que este tenga puesta, permita el
buen accionar y exploración, pues en ocasiones hemos visto como una vez
comenzado el examen físico, el estudiante ha tenido que interrumpir este y
pedirle al paciente que se ponga una ropa mas holgada que facilite la
exploración.
6. Garantizar la adecuada iluminación:
Debemos tener en cuenta que exista la adecuada iluminación
en el local o habitación en que se realizara el examen físico, bien sea natural
(luz solar), o artificial (luz eléctrica), debiendo esta siempre quedar a
nuestras espaldas.
7. Evitar las corrientes de aire:
Se debe tener la precaución de eliminar o minimizar las
corrientes de aire que puedan existir en la habitación o local en que se
realizara el examen físico, sobre todo cuando se trate de niños pequeños o
adultos mayores, ya bien sea cerrando la puerta y ventanas o regulando el aire
acondicionado o apagando el ventilador.
8. Realizarlo preferentemente alejado de las comidas:
Principalmente en niños pequeños y adultos mayores en que la
movilización y/o manipulación por las diferentes maniobras y procederes, puede
provocar regurgitación de los alimentos e inclusive, el vomito.
9. Seguir el orden céfalo – caudal:
Partiendo del principio de que las regiones o zonas
superiores son más limpias que las inferiores, al realizar el examen físico
debemos seguir dicho orden, desde la región cefálica hasta la caudal, y si por
alguna razón tenemos que regresar hacia arriba, debemos lavarnos las manos
nuevamente antes de volver a tocar al paciente, lo cual de no hacerlo
constituye una violación importante de principios.
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